martes, 15 de enero de 2013

Esto es un puto diario.


Esos putos días en los que sientes que no puedes más, que no puedes más porque ya no sabes ni lo que sientes. Ya no sabes si estás vivo o muerto, dormido o despierto. No sabía bien cómo empezar a escribir esto. Escribir y borrar, cuando apenas están había escrito dos líneas.
No quiero decepcionar a nadie, no quiero decepcionar a los que quiero, quiero que mi madre esté orgullosa de mí. Quiero que él me quiera. Quiero llenar este vacío. Quiero no estar enferma. Quiero poderme ver guapa ante el espejo. Quiero que me quieran por mí, por cómo soy. Quiero poder cumplir mis sueños. Quiero estudiar ingeniería electrónica. Quiero poder mandar a la mierda el pasado. Quiero poder perdonarme a mí misma. Quiero que mis cortes desaparezcan. Hay muchas cosas que quiero, pocas que puedo hacer. Y lo he escrito todo saltándome el orden, saltando de tema en tema. Porque soy así, mi cabeza es un puto lío.
¿Sabes lo que es eso de no sentirse querida? ¿De ver que todo el mundo a tus espaldas se ríe de ti? ¿Qué estás sola? Yo sí.  Y lo sé muy bien.
Esto es un puto diario. Y hace muchísimo que no escribo. Y no escribo porque soy mierda. Muchos me dicen que lo que tengo no es depresión, porque me río y sonrío muchas veces. Pero nadie conoce cómo es mi risa, esa de cuando estoy feliz. Ni siquiera yo la recuerdo. A veces sale, cuando hablo con esa persona, cuando me sonríe, cuando me pica, cuando me defiende. Una sonrisa momentánea, que dura unos segundos y que solo los que se dedican a observar alcanzan a ver. Esa, es mi sonrisa, la de verdad. Esa que odio, pero que al menos es sincera. No he mencionado lo más importante, la música. Pero no hace falta. ‘Tengo una música que puede ayudarme o herirme, resulta tan difícil decidirme’
¿Cuál es la mejor música? Su risa. Su risa es esa que me contagia, que me llena, que hace que mis ojos brillen y que por un pequeño momento, los segundos o minutos que dure su risa, sienta que la persona feliz y de antes, ha vuelto. Lástima que no dure eternamente. Pero la vida, pasa y, no espera a nadie. Me tocó cambiar. Y estoy contenta con mi cambio, si no fuera porque volvemos al principio, estoy rota.

No hay comentarios:

Publicar un comentario